¡El Verano en el Pueblo con los Abuelos!

Pues sí, amigos, como leéis, Mocca se pasó todo el verano en nuestro pueblo, Morata de Jalón, en casa de mis padres. La verdad es que no era el plan inicial, ¡que Mocca estuviera allí todo el verano! Pero las cosas se complicaron y yo también terminé quedándome allí todo el verano.

Pero en el pueblo no estaba sola; tiene a su madre perruna, Chicoba, con la que, a veces, la convivencia no es tan agradable como debería. Pero, salvo esos pequeños rifirrafes, el verano fue genial.

Paseo de las Paredes de Morta de Jalón

La vida de Mocca en el pueblo era campo y más campo. Por las mañanas, Mocca, Chicoba y mi madre se iban a andar. Se daban paseos de más de una hora por el campo, sueltas, jugando, y se metían en la acequia, el río o los campos recién regados y llenos de barro. ¡No veas cómo llegaban! Iban directas a la piscina a lavarse. Además, ¡Mocca exploró casi todos los caminos fáciles del pueblo!

Por otro lado, en casa tiene una terraza donde le encanta estar y alcahuetear a quien entra en la urbanización. Mocca también disfrutó de la piscina para refrescarse, aparte de usarla como 'ducha' después de sus paseos embarrados. Le encanta mojarse, siempre que el agua esté tranquila.

Rio Grío

Y hablando de baños... Aparte de los chapuzones en la piscina, el río, las acequias y el pantano, ¡Mocca y Chicoba fueron a la peluquería! Os recomiendo la peluquería canina Piky, en Calatayud. La verdad es que tienen un trato estupendo y lo hacen genial. La descubrimos cuando quisimos llevar a Chicoba tras adoptarla de la protectora Emanada de Zaragoza, y la chica tuvo muchísima paciencia con ella. Por eso han vuelto a ir las dos y las dejó ¡PRECIOSAS!

Por las tardes, cuando ya no hacía tanto calor, tipo las ocho, me las llevaba a un pantano que tenemos al lado del pueblo. Allí corrían como auténticas liebres, volvían a meterse al agua y exploraban cualquier animal que encontraban.

Plaza portatil de Morata de Jalón

Incluso vivieron sus primeras fiestas de pueblo, tanto para Mocca como para Chicoba. ¡Se fueron de terrazas, pasearon por el pueblo viendo a la gente vestida de peña e incluso viendo las vacas! Son unas auténticas perritas toreras.

Pese a lo agustito que estaba en el pueblo con esa libertad y esa "locura" rural, Mocca echaba mucho de menos su casa y a su papá, Mario. Por eso, de vez en cuando, la llevaba a Zaragoza, que es donde vivimos, y hacíamos algún plan divertido.

Puerto Venecia, Zaragoza

Una tarde nos fuimos los tres de compras a Puerto Venecia, un complejo comercial súper dog-friendly (salvo algunas tiendas con restricciones, como El Corte Inglés). Allí vimos los patitos y peces del río, entró en la tienda de animales donde quería llevarse todos los juguetes e hizo amigos nuevos dentro del centro comercial.

Además, descubrimos un parque cerca de casa super chulo: el Parque de Plaza. Es verdad que hay que ir en coche, pero una vez llegas allí, no dirías que estás en la ciudad. También tiene un lago con peces y patos, un laberinto y muchísima zona de césped para jugar a la pelota. Es uno de sus lugares favoritos para ir.

Playa para perros Gavá, Barcelona

Para rematar el verano, ¡Mocca también estuvo en Barcelona! Concretamente en Cornellà de Llobregat, donde vive la bisabuela de Mocca (mi abuela). Estuvimos en su casa y fuimos un par de horas a la playa de Gavà.

¡Importante tip dog-friendly! La playa de Gavà es un cuadrado vallado, amplio y muy bien cuidado. Ojo, eso sí, para entrar necesitas el carnet del perro, ya que hay un vigilante que lo pide.

Allí descubrió que las olas no le gustan mucho. La pobre fue super decidida a meterse siguiéndome, pero justo al llegar, una ola la capuzó entera y salió corriendo asustada. Lo intentamos de nuevo a ver si esta vez era diferente, pero le volvió a pasar. Así que decidió jugar con los demás perritos que estaban en la arena y nos vigilaba desde la orilla, esperando a que saliéramos para seguir jugando.

Como podéis ver, Mocca ha pasado un estupendo verano descubriendo cosas nuevas, lugares y, sobre todo, un montón de olores nuevos. Después de tanta aventura por separado y en el pueblo, ¡ya tocaba un viaje familiar en condiciones! Y precisamente de eso hablaremos en el próximo post. ¡No os lo perdáis!